Desde el 26 de julio hasta el 7 de agosto estuvimos de viaje en Sicilia. Fuimos mi familia y unos amigos en avión.
El 26 de julio llegamos al aeropuerto de Catania. Después, cogimos un coche alquilado y nos dirigimos a Palermo, que es la capital de Sicilia. En Palermo visitamos muchos monumentos como la catedral, el palacio real, el parlamento, etc.
En Palermo comí un pincho de patatas que era nuevo para mí. También comí mucha pasta, pizza y helado. Desde Palermo fuimos a visitar otros pueblos como Erice y Cefalu. Estuvimos un día en Erice y otro en Cefalu. En la playa de Cefalu nos montamos en un barquito que tenía tobogán, era muy chulo. Luego me comí un brioche con helado de chocolate. El brioche era como un panquemado que lo abrían y le ponían helado dentro.
Antes de volver a Catania visitamos la catedral de Monreal, es muy bonita. Cuando llegamos a Catania estábamos muy cansados, nos pusimos el bañador y nos fuimos a la piscina. De repente, vino una profesora de baile y nos pusimos a bailar al ritmo de la música. Al día siguiente, nos fuimos a Siracusa. Allí visitamos el parque arqueológico, lo que más me gustó fue el anfiteatro romano. Por la tarde visitamos la plaza de la catedral y el castillo. El castillo me gustó mucho porque estaba muy bien conservado y era muy grande.
El lunes fuimos a Noto. Me gustó mucho el teatro. Por la tarde fuimos a la playa Lido di Noto. El tercer día fuimos a Catania y vimos muchos monumentos mientras paseábamos por la ciudad. En medio de la ciudad nos encontramos unas ruinas que eran de un anfiteatro romano. Después, entramos a ver el teatro Griego que era muy chulo y tenía muchos pasadizos. Ese día nos bañamos en la piscina del hotel y jugamos al pin pon. Por la noche, nos fuimos a un restaurante donde el camarero era muy simpático, y hablaba castellano.
Otra excursión que hicimos fue al volcán Etna que es el más alto de Europa con 3.350 metros. Para ello, primero cogimos un teleférico y después unos todoterrenos que nos dejaron en una zona cercana a los cráteres. Allí, dimos un paseo y vi a un guía que cogió piedras de un agujero. Yo intenté hacer lo mismo pero me quemé.
En la cima del volcán hacía mucho viento y nos teníamos que dar la mano para no caernos. Nunca me había acercado tanto a un volcán activo. Es por ello que esta excursión me gustó mucho. Por la tarde, fuimos a un pueblo muy famoso llamado Taormina. Dimos una vuelta por sus calles y plazas y, posteriormente, entramos a ver el teatro griego desde donde había unas vistas espectaculares de la costa.
Ese día estaban montando un escenario para alguna actuación. En Taormina fuimos a cenar a un restaurante que era muy bonito y había un chico cantando en directo. Cuando terminamos, nos hicimos un tatuaje temporal.
Otro día lo dedicamos a visitar el valle de los templos en Agrigento. Es un conjunto de templos griegos. El mejor conservado se llama La Concordia. Cerca de ahí está la playa Scala dei Turchi. Esta playa es muy bonita y tiene como característica una escalera de roca blanca por donde se puede subir y ver el mar.
Otro pueblo que visitamos fue Ragusa, construido sobre una colina. Lo que más me gustó fue la parte antigua que es muy bonita. Allí compramos chocolate de Módica que estaba muy bueno (me comí todo lo que había para probar).
El último día nos quedamos en el hotel bañándonos en la piscina y jugando al pin pon. Después fuimos a la playa del hotel, como era rocosa bajamos por una plataforma que tenía escalones para facilitar el acceso. Esa misma tarde fuimos a Catania ciudad a dar una vuelta.
Los mayores comieron un canoli y los niños un helado. Para cenar fuimos a un restaurante que nos ofrecía tomar pescado con pesto. ¡Estaba buenísimo! Aunque la comida típica es la pasta, la pizza y los helados, lo que más me gustó fueron los macarrones.
Al día siguiente cogimos el vuelo para regresar a casa. Me lo pase muy bien, quiero volver.
Héctor S. alumno de 4ºE.P
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